Thursday, 19 July 2012

LA ÚLTIMA VEZ QUE FUI AL ESTADIO EL CAMPIN



¿En serio es hincha de Santa Fe? ¿No le da pena? Palabras de la gente cuando se toca este tema en algún lado
"Los hinchas de Santa Fe toman sopa con banano" Primo Rojas
“A mi no me gusta el fútbol colombiano” Palabras de la mayoría de gente
“Volveremos volveremos…volveremos otra vez…  volveremos a ser campeones… como la primera vez”… Cántico de hinchas de Santa Fe.

Debo admitirlo. Soy un mal hincha. Mi familia me hizo un lavado de cerebro por intereses casi personales, para volverme hincha del rojo bogotano. Y algo pasa. Es inexplicable como el gusto por un equipo no puede cambiar. Sigue ahí, a pesar de la vergüenza que era para mí ser hincha de un equipo de paquetes… como lo llamaban en los noventa.

Fui un hincha lejano. Pero debo admitirlo. Me alegraba en silencio cuando ganaban un partido. O una copa. O alguna chimbada de esas que se inventan los directivos del fútbol colombiano para captar dinero. Y así pasaron los años.

Fueron mis tíos paternos que con argucias me convencieron de seguir a su equipo. Mi papá no logró su cometido, él es hincha de Millonarios. De niño me llevaban al “Coloso de la 57” a ver al equipo. En aquella época era un plan familiar. Las barras gritaban: “dale rojo… dale rojo” sin acentos argentinos. Muy colombiano todo. La gente tomaba tinto mientras veía el partido. Las pocas veces que fui siempre vi ganar al equipo.

Pasaron casi 17 años desde la última vez que fui. Le había perdido la pista a Santa Fe y lo miraba de lejos. Así como muchos hinchas clandestinos que andaban dispersos por ahí. Unos admirando a los grandes equipos europeos. Otros a los que el fútbol les empezó a resbalar. Pero la cita para volver al Campin llegó por pura casualidad. Una boleta llegó a mis manos de la manera más fácil: “Alguien la compró, no pudo ir y no quiere perder ese cupito. ¿Quiere ir?”

Domingo 15 de Julio de 2012. El ambiente ha cambiado. Los que hacen barras tienen un dejo argentino fastidioso. Pero el ambiente ese domingo estaba bueno. Un buen hincha tiene camiseta del rojo. Como mal hincha no tenía camiseta del equipo, como es la costumbre ahora. Me puse una camiseta roja. Llovía. Pero a la gente no le importaba. La alegría era extraña en el ambiente, como si “la bareta” de los otros hiciera efecto en nosotros, los malos hinchas.

Mi boleta decía: Lateral Norte Alta. Y allá me hice. Más gente de mi edad estaba sentada ahí. Y atrás nuestro, las inmensas barras del equipo cardenal: “La guardia roja”. Saltaban todo el tiempo. Cantaban desde mucho antes que el equipo saliera a la cancha. Llegó el momento y los leones rojos (así les decía el comentador) salieron a la cancha. El estadio estalló en alegría total. De todos lados volaban papeles largos y humo rojo de unas bengalas se unieron a la euforia futbolística.

La verdad, el ambiente es muy divertido. No sé como el estadio se convierte en una religión rara, donde Dios y los “madrazos” conviven en una armonía misteriosa. Voy a recrear con letras la voz de un furibundo hincha. Disculpen los excesos:

-         ¡Uy pero esta gonorrea que pita! ¡Qué pita jueputa! ¡Arbitro remalparido! ¡Uy Dios santo ayúdanos por favor! ¡Poooooo rom pon pon pooooo rom pon pon el que no salte no es del León!

En el segundo tiempo, luego de un pase exacto de Omar Perez (Ese día aprendí el nombre de este gran jugador) Copete supo meter el copete. Y fue gol. No sé cómo todos celebramos. Todos. Inclusive los inclusives. En las sillas de atrás había una pareja de viejos. Un señor cuya cabeza llena de canas parecía haber esperado ese gol por muchos años. Su esposa al lado. Los vi besándose como adolescentes en el momento del gol. Es inevitable no celebrar un gol así: “¡GOOOOOOOL HIJUEPUTAAAAA GRACIAS DIOS MIO!” No sé que piense Dios de esto.

El resto fue esperar. El resto del partido era mirar el reloj que iba en minuto 89. La gente rogaba El hincha furibundo que gritaba sandeces sólo rezaba. Esta vez sin groserías. Minuto 90. Algo pasó en la cancha y todo el equipo que estaba en la banca salió corriendo desaforado a la mitad. Se había acabado la sequía… decían. Y el comentarista del Campin sólo gritaba: Santa Fe campeón. Miré y nunca había visto llorar a tantos hombres y mujeres al mismo tiempo. Me sentí cómo dije al principio, en una iglesia, cuya religión tiene que ver con los cantos, los madrazos y el balón.

Ya no escribo más. Esa fue mi última vez en el Campin. De resto no me acuerdo. Las fotos quedaron en el celular, que de una manera predecible, perdí dentro de la celebración. Ya pude ver al equipo campeón. Ahora entiendo a mis tíos. Ahora entiendo a la hinchada. Ahora entiendo un poco más la pasión del fútbol. Quien lo vive, es quien lo goza.

Wednesday, 6 June 2012

DE LOS PUEBLOS ZARRAPASTROSOS.


Zarrapastroso, sa.
1. adj. coloq. Desaseado, andrajoso, desaliñado y roto. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una persona: despreciable. U. m. c. s. f.

En declaraciones la semana pasada, o ante pasada, no me interesa, el señor de la moda, el adonis del buen gusto, el modelo que nunca pudo contratar Versace, el ejemplo de cómo vestir, de cómo peinarse, de cómo hablar, de cómo expresarse. El metrosexual más envidiado por la comunidad de modelos colombianos, el señor Angelino Garzón dijo: “A mí me pagan viáticos cuando pernocto y en lo posible no lo hago. Los viajes son en primera clase porque esta es una disposición gubernamental que no es exclusiva para mí. ¿Cómo pretenden que dignidades de un Estado —como un presidente, un vicepresidente o un magistrado— viajen como unos zarrapastrosos? Si me toca viajar en clase económica, no hay ningún problema”.

Analicemos como se debe expresar una persona de bien, lectores zarrapastrosos. Un hombre de bien, un letrado, una persona honorable no dice: “tengo que dormir”. “Anoche dormí bien”. Es más. Si usted es de los que dice, “me quiero echar un motoso” está por debajo del nivel de un zarrapastroso. Una persona de bien dice: Pernoctar. Así que de hoy en adelante, pueblo zarrapastroso que me lee, diga: “- Amor, ¿Cómo pernoctaste? – Bien mi vida. Tú sabes que yo pernocto bien cuando estoy contigo.” Así se debe hablar. ¿Leyeron bien zarrapastrosos queridos?

Por otro lado, nunca he viajado en primera clase. El viaje más largo que hice fue en segunda clase hasta Inglaterra. Segunda clase de Iberia. Sillas apretadas y doce horas de vuelo hasta Madrid. Hoy entiendo porque los auxiliares de vuelo me atendieron como me atendieron. “¿Más té señor? ¿Más café señor?” Así se atiende a los zarrapastrosos. ¿Cómo será en primera clase? “¿Más masaje señor? ¿Cuál azafata quiere señor?”. Claro. Ahora entiendo. Ninguno quiere viajar en clase zarrapastrosa.

Pero yo soy viajero de flota. Con susto compro pasajes para viajar en Rápido Tolima. Y ahora que lo pienso, soy el mejor de los zarrapastrosos cuando el bus hace parada en la Vaca que Ríe y compro un jugo de mora en agua. ¿Qué podremos decir los usuarios de Transmilenio? Zarrapastromovil debería llamarse eso. No sería justo para nuestros dignatarios que viajaran en un transporte como estos. La sociedad debe dividirse en dos. Pero la mayoría quedaría a este lado, al lado zarrapastroso.

¡Esperen lectores zarrapastrosos!. Angelino pidió disculpas porque se malinterpretó el uso de la palabra. El hombre del buen gusto dijo: “Ofrezco excusas de manera pública si se malinterpretó la utilización de la palabra zarrapastroso porque soy orgulloso de mi origen humilde”. Todos lo malinterpretamos. Desde mi mamá cuando me decía: “Métase esa camisa dentro del pantalón que se ve todo zarrapastroso”. Hasta nuestro honorable y elegante vicepresidente. De verdad, nadie sabe qué significa eso. ¡Qué la magia del perdón sea instantánea!

Conclusión. No importa tu origen humilde. Viajar en primera clase cuando te lo paga el Estado con nuestros impuestos te da estatus, y entonces ves la realidad. El poder lo da el pueblo zarrapastroso con sus votos de confianza.

“Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder” Gimme tha power, Molotov

Thursday, 24 May 2012

SI YO FUERA EL ALCALDE…


 (Dedicado a la gente que se toma todo a pecho y a Sofía Vergara que se tomó su vida muy a pecho)

 "Nearly all men can stand adversity, but if you want to test a man's character, give him power." Abraham Lincoln 

Esa idea llegó a mi cabeza de un momento a otro. Estaba viendo las noticias y con tristeza me daba cuenta cómo funciona la justicia en mi país. Somos muy laxos. Somos unas madres. Este país es una mamá alcahueta que les da teta a sus hijos aun cuando son quinceañeros. Entonces me puse a meditar, luego de  tanta noticia tan triste y lo lento que es nuestra justicia, que parece que no sólo es coja, sino que es de una indiferencia total. 

Entonces, pensé. Lancémonos de candidato. Démosle a la gente lo que quiere, y lo que se merece. Empecemos por “The Ugly City”. Es el mejor trampolín para llegar a la presidencia. Y este sería mi plan de gobierno.

En mi gobierno la justicia tendrá un lema: Justicia por sus manos. Cada quien haga lo que le dé la gana con el que le hizo daño. Dele rienda suelta a su imaginación. Si es muy débil para ajusticiar, nosotros le proporcionaremos un fiscal autista que seguramente hará las delicias de su bienestar. 

En mi gobierno no habrá mendicidad. Los mendigos serán capturados, bañados y los obligaremos a ser metrosexuales. De tal manera el atractivo de la ciudad será el centro y el desfile de mendigos pintas que harán las delicias de las extranjeras arrechas que vienen buscando polvo latino. 

Acabaré la pobreza totalmente obligando a cada persona, si se puede con multas que van desde dinero hasta torturas medievales, a leer y superarse por sí mismos. ¡Ay de aquel que vea que no lee y se la pasa durmiendo en los buses! ¡Ay de aquel! 

No les pondré metro, para qué. Y no terminaré con los trancones pero si los amenizaré. En los trancones frecuentes de las principales calles de la ciudad habrá chicas semidesnudas que lavaran su auto mientras este está trancado. Llegar a casa a tiempo no será necesario. 

En mi gobierno obligaré a los ladrones, atracadores, apartamenteros, pillos y corruptos a tapar los huecos de la ciudad. El trabajo será verificado por los ciudadanos que determinarán si el hueco quedó bien tapado, de lo contrario los anteriores hampones deberán barrer las calles de la ciudad con la lengua y les haré tatuar en la frente algo que diga: Yo robaba, no confíe en mí. 

Instauraré el tribunal de la santa y conchuda inquisición, para juzgar los casos de violadores de niños. Los verdugos serán cinco chocoanos con síndrome de satiriasis* que sean los encargados que la maña se les quite de una vez por toda y los dejen en sillas de ruedas para siempre. 

Obligaré a la gente a asistir a shows de Stand Up Comedy, de música y de teatro. Se acabarán las cortesías y tienen que pagar la boleta completa. 

Bueno, con eso tengo mientras tanto. ¿Cierto que no votarían por mí?

*Satiriasis: Enfermedad sexual donde el hombre no se satisface con nada.

Sunday, 15 April 2012

LA LIBERTAD DE UBLIME (o EL LUJO DE CAGARLA SI ERES FAMOSO)



14 de Abril de 2012. Cumbre de las Américas, Cartagena de Indias. La sobriedad de los presidentes ubicados en sus respectivas sillas. Bueno, algunos parecen ebrios, ya que cabecean. El que anuncia dice: Ahora el himno de Colombia a cargo de la cantante Shakira. Aparece la barranquillera con una ropa informal. Está peinada. Toma el micrófono y a capela entona el coro del himno nacional y la primera estrofa. La cantidad de depredadores o televidentes que ven ese momento, agarran sus computadores, abren Twitter y señalan el pequeño o gran error que ella ha cometido: La libertad sublime ha desaparecido en la boca de Shakira. En cambio dice: La libertad de Ublime. Y esa es la palabra controversial del día. 

De inmediato las redes sociales se llenan de críticas. Que ella no es colombiana. Que ella no es más que una aprovechada que ni se sabe el himno. Pero mientras eso pasa, su nombre se vuelve TT (Topic Trend) en mi red social favorita y observo como es un fenómeno. Aprendo en silencio. Shakira genera toda suerte de envidias. 

Lo que más nos duele a la mayoría de colombianos es que ella ha logrado el sueño de un artista. Trascender la escena. Y peor aún: cantando feo. Creo que la vieja tuvo que comer de la buena para llegar donde está y simplemente quitarle una “S” al himno nacional y seguir su bendita vida. Mientras nosotros nos conformamos con ver ese video en YouTube y escribir un chiste de mal gusto en contra de su humanidad. A la vieja le resbala. Nosotros desahogamos nuestra miseria de no poder ser tan exitosos. 

Esta mujer de 35 años, representa la frustración de muchos que a su edad aún siguen cantando en los buses. Y que si los ponen a cantar el himno nacional en una cancha de micro y dicen “la libertad de Ublime” pasarían desapercibidos. 

Me puse de puro desocupado (mentiras, de investigador cuya misión es la objetividad de un blog que no es popular) a mirar el Twitter de la susodicha. De la autora de “la libertad de Ublime”. Tiene dos conejos. Está enamorada de un futbolista cuyo padre tiene una Harley Davidson. Viaja por Japón y la reconocen en la calle. Y posa para una foto en medio del equipo de Barcelona. El resto de colombianos relegados a ser normales nos basta con mirar de lejos las bellas fotos de Japón, tener un afiche de Messi con algunos dobleces en las puntas y tener un suegro que tiene un carrito modelo 96. 

La vieja se dio garra. Creo que trascender en este país es generar envidias en los que nos quedamos. Dentro de nuestra sutil admiración existe una generosa envidia. Y la manera de transpirarla es haciendo burla de ella. Y seguiremos haciendo burla de los que triunfan. Para eso están, para que cualquier “Ublimada” de ellos sea un recuerdo intenso que nosotros seguiremos viviendo nuestras miserables vidas de anónimos desconocidos.

Admiro a esta vieja. Los artistas sabemos que el logro más alto que uno puede tener es que lo reconozcan por lo que hace. No sólo a nivel nacional, sino internacional. Que uno trascienda sus propios sustos. Y llegue alto. Que produzca odios en otros. Que le digan a uno apátrida por el simple hecho de querer vivir mejor en otra ciudad que tenga menos caos. Que le digan a uno crecido precisamente por crecer. Que le digan a uno que se olvidó de los orígenes precisamente por querer salir de ellos. 

Algún día tendremos la oportunidad de nuestra propia “Ublimada”. Yo quiero la mía. No lo niego. Quiero hacerla delante de presidentes. O porque no, presentando los premios Oscar. Y llegar a mi casa esa noche, abrir el twitter y ver como todos me critican, sonreír moviendo la cabeza como hacen los triunfadores, prender la chimenea con un control remoto y cerrar los ojos mientras acaricio con los pies descalzos la alfombra que yace en el suelo de mi mansión en Malibú.

Friday, 13 April 2012

EL MATERIAL CORRECTO ¿TIENES LO QUE NECESITAS?



(Tomado de THE COMEDY BIBLE, JUDY CARTER)
 
Algunas personas, ni importa cuán duro traten, no son cómicos. Toma cierta disposición hacer comedia. Pero ¿Cómo saber si usted tiene el material correcto?

EL FACTOR DEL ASCO
Responda las siguientes preguntas con sí o no.
¿Piensa que es más chistoso que la mayoría de pendejos que usted ve en televisión?
¿Cada vez que abre su boca, una voz interior le dice: “Debería estar escribiendo esto” incluso durante el sexo?
¿Es celoso de cada uno de los que hace una vida de la comedia?
¿Podría pensar en líneas divertidas aún en un funeral?
¿Aún cree que es el único sano en su loca familia?
¿Cuándo se pone bravo se ve chistoso?
¿Podría contar a la gente sus momentos más embarazosos e inadecuados si usted pudiera obtener una risa?
¿Nota las rarezas de la vida que la otra gente pasa por alto?
¿Estudia los diminutos detalles de la vida, como una pelusa?
¿Se imagina un futuro lleno de lo improbable? Tal como: ¿Qué pasaría si los hombres quedan embarazados? ¿Qué pasaría si usted nace viejo y crece joven?
¿Cree que se ve chistoso aún desnudo?
¿Le contesta al televisor?
¿Creció en una familia donde pocas cosas fueron realmente discutidas y la comunicación era mínima?
¿Imita a su familia a sus espaldas?
¿Tiene opinión para todo?
¿Ha sido acusado de exagerar?

ERES TAN CHISTOSO COMO PIENSAS

Garry Shandling, un comediante famoso, podría responder todas las 20 preguntas con un “Sí”. Teri Aranguen, mi contador, respondió sólo cuatro “Sí”. Si respondió más como Garry y menos como Teri, entonces ríndase a la hoja de cálculo: Usted tiene una disposición de comediante. Podría estar trabajando como contador pero está pensando como comediante. No es como usted comúnmente vive lo que lo hace comediante sino es como usted piensa, cómo ve el mundo, su actitud sobre lo absurdo que lo rodea y por supuesto, como puede hacer reír a la gente. Si imita a sus familiares a sus espaldas, no está siendo grosero; está haciendo lo que llamamos representación (act-out). Si es chistoso cuando se pone bravo, ya sabe cómo entregar (delivery) con actitud. Si tiene una opinión sobre el servicio del restaurante, la nueva temporada de televisión, las tasas de interés, no piense que es un sabelotodo, usted dio con el tema (hit on a topic). Y si es insanamente celoso del éxito de otros comediantes, esto sólo podría ser una saludable expresión de su deseo de éxito. Pero si quiere observar otros comediantes en clubes, seguirlos a la casa y mirarlos con binoculares, usted no es un comediante de observación, usted es un acosador. Consiga ayuda. 

Nosotros, los comediantes no somos normales. En mis talleres, los normales no son los cómicos. Pensamos diferente. Por ejemplo: ¿Tuvo un día duro en el trabajo? La gente normal piensa: “¡Qué mal día!”. Los comediantes piensan: “¡Qué mal día… y que buen material! 

Solía trabajar en la oficina. Los compañeros son muy alzados con la nueva. “¿Caroline, eres la nueva? Tienes el almuerzo a las 9:30”. Trabajaba como recepcionista, pero no podía aguantar eso. Mantenía contestando el teléfono diciendo: “¿Aló? ¿Me puede ayudar?” Es humillante ir a entrevistas de trabajo, especialmente cuando te preguntan: “¿Cuál fue la razón para dejar el puesto anterior?” “Bien… me di cuenta que después que me contrataron, había resto de tensión en la oficina, usted sabe, es difícil sentarse en las piernas de la chica nueva…” – Caroline Rhea

La gente normal expresa su sentido del humor memorizando chistes; los comediantes transforman sus experiencias de vida en remates (punch lines) y escriben sus propias líneas (jokes).
Nosotros los comediantes, somos una clase rara. Nos gustan las risas, aun a nuestra costa. Nosotros los comediantes fuimos el cavernícola que probablemente resbaló en la cascara de banano solo porque sabía que eso podría hacer reír. Pensamos en las cosas pequeñas, como una pelusa o un hotel de baño.

Me gusta el pequeño jabón de hotel. Pretendo que es jabón normal y que mis músculos son grandes. – Jerry Seinfeld

Mucha gente esconde sus defectos; los comediantes los mostramos al mundo. De hecho, entre más gente sepa cuán gordos, calvos, inseguros somos, mejor nos sentimos siempre y cuando los hagamos reír. 

Tengo baja autoestima. Cuando estábamos en la cama juntos yo podría fantasear que yo era alguien diferente. – Richard Lewis

Amamos poner al descubierto la estupidez.

Por favor, si alguna vez ve que la policía me golpea, deje su cámara a un lado y ayúdeme… -Bobcat Goldthwait

Generalmente crecimos en una familia donde pocas cosas fueron realmente discutidas y la comunicación era mínima; pero recordamos cada humillante cosa que pasó. 

No me siento bien conmigo mismo. Recientemente terminé con esta chica. ¿Por qué? Sentía que no estaba dentro de mí. Yo decía: Te amo, te adoro, te idolatro. Y ella decía: ¿No será un golpe en la cabeza? – Richard Lewis

Mantenemos un registro mental de la rareza de nuestra familia porque sabíamos que aun a una temprana edad ellos serían la fuente de nuestro material. 

Mis papás se trabaron mi vida entera. Solíamos ir a viajes familiares juntos sin siquiera salir de casa. No tengo memoria infantil. Tengo flashbacks. Creo que por eso odio viajar, porque nunca fuimos a ningún lado. Mentiras, si fuimos… a rehabilitación. Eso fue divertido. – Vanessa Hollinshead

Usualmente pensamos que somos los únicos sanos en nuestra familia, pero usualmente estamos profundamente errados. No somos normales. Somos comediantes. 

Mucha gente tiene ideas falsas sobre como realmente los comediantes son. Los comediantes no son necesariamente divertidos, felices, extrovertidos, payasos que consiguen sonrisas. Tengo una amiga quien tuvo la inapropiada idea que podría tener una cena divertida invitando un puñado de comediantes. Ella anticipó una noche repleta de risas por minuto. ¡Error! Fue una noche tipo Nietzche: su modo de cocinar fue analizado, dos personas se sentían muy deprimidas de hablar, y tres muy gordas para comer. En un punto, cuando la conversación se convirtió en maneras creativas para cometer suicidio, los huéspedes decidieron que era buen momento para ir a cine y les pidieron que cuando terminaran dejaran con llave. 

Ser comediante o escritor de comedia no es para gente normal. Es una manera de mirar no sólo su vida sino sus sueños. Si usted es comediante, probablemente sueñe divertido. Es una disciplina poner atención a las ideas que vienen todo el tiempo, aún durante el sexo. “¡Espera un momentico, mamacita, voy a escribir esta idea!”. Es vivir en la zona chistosa veinticuatro horas al día, mirando la vida, teniendo opiniones, grabándolas y dándoles cuerpo a una pieza final. Eso es la disciplina. 

(TRADUCCIÓN AUTORIZADA POR JUDY CARTER, VIA TWITTER. HECHA POR PAULO HERNÁNDEZ)  








Friday, 16 March 2012

EL DIA QUE SE ACABARON LAS IDEAS



Idea: del griego ἰδέα, de eidós, ‘yo ví’

“El escritor queda horas divagando en frente del teclado. Juega constantemente con una palabra que ya existía, pero según él, es un producto de su casualidad inmediata: QWERT.

Tenía una idea, pero el cuadernito donde anota todo se le quedó ese día sobre la mesita de noche. Y al ser intransigente con el desuso de la tecnología pequeña, no tuvo donde escribirla. Era una idea genial. Era algo que iba a cambiar el curso de la comedia, del humor picaresco. De la crítica que hace reír y reaccionar.

Se le ocurrió mientras leía un viejo artículo de Hunter Thompson: Hell's Angels: The Strange and Terrible Saga of the Outlaw Motorcycle Gangs (1966). Gran periodista. Su estilo era el “Gonzo”. Inmiscuirse tanto en la noticia, que hasta escribía con sangre. Justo en el momento cuando terminó de leer, su cabeza volaba de la cantidad de ideas que tenía. Sin embargo, no había un pedazo de papel y un bolígrafo para anotar la genialidad que se le había ocurrido.

Se montó en un taxi. Pero la charla del conductor fue más interesante que la idea que estaba por escribir. El taxista le alcanzó a contar tres historias de las que se vive en el asiento trasero de su auto: Una escena de amor entre un cura y una monja; los llevó a un motel. Un escape de una mujer que acababa de castrar a su marido y aún tenía en sus manos las tijeras ensangrentadas; el tipo lo merecía.  Un hombre llorando porque lo había dejado el amor de su vida, su tía. Las historias de un taxi siempre son entretenidas. Y mucho más cuando el escritor fue quien se atrevió a preguntar. La idea aún la tenía fresca y se arriesgó a llegar a su casa para anotarla en algún lado.

Se bajó en un restaurante. Pidió su sopa preferida: La sopa de letras. Y mientras jugaba escribiendo palabras con la cuchara, aún la idea le rondaba. Pensaba que esta idea era tan importante que cualquiera que la supiera podría hacer cualquier cosa con ella. Pidió jugo de zanahoria. Y justo en ese momento pasó frente a él el mejor trasero que jamás había visto en una mujer. Unas nalgas perfectas y redondas cruzaron por su punto de fuga. Se perdió en esas montañas “gluteicas”. Quedó por un instante con la cuchara vacía al aire. Una gota de sopa cayó de la cuchara al plato y le salpicó la corbata. Eso lo hizo despertar. Ese culo se le robo la idea.

El escritor está frente al computador. Escribe una y otra vez QWERT. A veces escribe MNBVC. Busca la “@” y en sus intentos fallidos escribe “ª” o escribe “↨”. Una y otra vez se dice a sí mismo: “Yo tenía una idea… la tenía en mi mente y la perdí”. Abre la cortina y en el apartamento del frente hay alguien que tiene la misma cara de angustia. El del frente juega con una pelotica de letras y parece que también perdió la idea.”

Soy otro escritor que perdió otra idea. Escribí lo anterior porque también tuve una idea buenísima, revolucionaria, pero no alcancé a escribirla. Se me perdió en el esquivo mundo de las ideas. Este pequeño escrito es para resarcir la culpa de no haber tenido a tiempo un bolígrafo y un papel para escribir una idea genial que llegó a mí mientras viajaba en una buseta vieja.

Thursday, 8 March 2012

FELIZ DÍA DE LA MUJER, MUJER



“Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada” Tomado de la Biblia. ¿De dónde salió este ser?

“Todos los días deberían ser ocho de Marzo… Pero pailas…” Anónimo.

La primera vez que tuve conciencia de que una mujer, era mujer y merecía ser admirada, fue leyendo una enciclopedia llamada: El mundo de los niños, tomo 14 “Como soy yo”. En el lomo del libro aparece un esqueleto abrazando a un niño. Este libro tenía imágenes muy bonitas sobre la diferencia del niño y de la niña. Y allí entendí por qué de niño me llamaba la atención tanto mi compañerita de pupitre llamada Catalina.

Sólo en la primaria estuve rodeado de niñas. Pero en mi timidez descubría algo importante. A pesar que siempre estuvieran despelucadas y con la falda arrugada, tenían un olor diferente. Los niños olíamos a pasto. Ellas olían a forro de cuaderno nuevo. Y hacían lo que querían con nosotros los niños, como obligarnos a jugar soldadito libertador.

Para mi infortunio en bachillerato estudié sólo con hombres. Bueno, no faltaban los que querían ser las mujeres del curso, pero nunca un marica podrá reemplazar una mujer. Así que tuve la inquietud de fijarme en las únicas mujeres que estaban con nosotros en el salón de clase: Titina, la profesora de Geografía quien llevaba 50 años trabajando en el colegio. La Hitler, la profesora de religión quien tenía una voz suave pero una extraña joroba que salía de su bata blanca y la de inglés, que nos encantaba que cruzara la pierna porque era lo más excitante del momento. Pare de contar.

La falta de mujeres me hizo fijarme en bellezas raras. Como por ejemplo, la vecina que tenía las tetas más grandes de Colombia. O como la hija de vecina con la cual jugábamos a “la tiendita”. Pero siempre de las mujeres me ha impactado algo: El tono de su voz y el olor indiscutible. La suavidad de sus manos y lo jodidas que son.

Debo confesar que me empezó a gustar el rock gracias a una banda liderada por una mujer: Four Non Blondes. Linda Perry cantaba con el alma “What´s up?”. Y eso me impactó. Me di cuenta que la potencia de una mujer no tiene límites. En el rock tienen mucho poder. De ese modo admiré a The Cranberries liderada por  Dolores O'Riordan. A Sheryl Crow. A Alanis Morrisette. Que voz la de esas mujeres. Y podría nombrar muchas más.

Se dice que hay mujeres feas. Y vea que no las hay. En mi universidad conocí una chica que era de mal aspecto: Pelo graso, comida entre los dientes y voz de pajarito agripado. Todos decían *Zulma es muy fea. Pero un día, porque la obligaron a arreglarse, llegó a la universidad vestida de sastre. Su cabello lo había mandado alisar. Sus dientes no mostraban rastro de desayuno alguno. Y rematando, olía a un perfume cuyo nombre no me acuerdo. La fea era hermosa. La fealdad en una mujer es proporcional al baño, a lo vanidosa que sea y a cuanto se quiera.

Las mujeres que han pasado por mi vida son pocas. Las que marcan verdaderamente la razón de un hombre. Las que lo enamoran y lo hacen hacer locuras. Hoy no están por ahí, pero están en los escritos. Se pasan de hermosas. Pero llega el momento en que un hombre sólo tiene la oportunidad de tenerlas en forma de letras (maldita sea, siempre que pienso en ellas me pongo en este tono que ya no me gusta, ¿Si ven el efecto de las mujeres en mí?)

La esencia de una mujer es difícil de captar. Debo confesar que soy adicto a las mujeres. Pero sobre todo a las mujeres que tienen talento y carácter. Las que no se dejan. Las que son valientes y son capaces de salir adelante sin ayuda. Las que detienen las miradas en la calle no por lo voluptuosas sino porque son mujeres. Las que saben lo que tienen. Las que son el complemento del hombre.
Un hombre no se realiza totalmente hasta conocer a la mujer de sus sueños. Por eso, muchos vivimos dormidos, esperando que ella, con un beso único, nos despierte para verla en todo su esplendor.

(Sigo durmiendo…)

Feliz día de las mujeres. No les regalaré rosas porque se marchitan. Más bien les regalo mi admiración que no se acaba nunca. 

*Zulma: No se me ocurrió otro nombre para ocultar el que era... (¿Se llamaba Zulma?)