Sunday 15 April 2012

LA LIBERTAD DE UBLIME (o EL LUJO DE CAGARLA SI ERES FAMOSO)



14 de Abril de 2012. Cumbre de las Américas, Cartagena de Indias. La sobriedad de los presidentes ubicados en sus respectivas sillas. Bueno, algunos parecen ebrios, ya que cabecean. El que anuncia dice: Ahora el himno de Colombia a cargo de la cantante Shakira. Aparece la barranquillera con una ropa informal. Está peinada. Toma el micrófono y a capela entona el coro del himno nacional y la primera estrofa. La cantidad de depredadores o televidentes que ven ese momento, agarran sus computadores, abren Twitter y señalan el pequeño o gran error que ella ha cometido: La libertad sublime ha desaparecido en la boca de Shakira. En cambio dice: La libertad de Ublime. Y esa es la palabra controversial del día. 

De inmediato las redes sociales se llenan de críticas. Que ella no es colombiana. Que ella no es más que una aprovechada que ni se sabe el himno. Pero mientras eso pasa, su nombre se vuelve TT (Topic Trend) en mi red social favorita y observo como es un fenómeno. Aprendo en silencio. Shakira genera toda suerte de envidias. 

Lo que más nos duele a la mayoría de colombianos es que ella ha logrado el sueño de un artista. Trascender la escena. Y peor aún: cantando feo. Creo que la vieja tuvo que comer de la buena para llegar donde está y simplemente quitarle una “S” al himno nacional y seguir su bendita vida. Mientras nosotros nos conformamos con ver ese video en YouTube y escribir un chiste de mal gusto en contra de su humanidad. A la vieja le resbala. Nosotros desahogamos nuestra miseria de no poder ser tan exitosos. 

Esta mujer de 35 años, representa la frustración de muchos que a su edad aún siguen cantando en los buses. Y que si los ponen a cantar el himno nacional en una cancha de micro y dicen “la libertad de Ublime” pasarían desapercibidos. 

Me puse de puro desocupado (mentiras, de investigador cuya misión es la objetividad de un blog que no es popular) a mirar el Twitter de la susodicha. De la autora de “la libertad de Ublime”. Tiene dos conejos. Está enamorada de un futbolista cuyo padre tiene una Harley Davidson. Viaja por Japón y la reconocen en la calle. Y posa para una foto en medio del equipo de Barcelona. El resto de colombianos relegados a ser normales nos basta con mirar de lejos las bellas fotos de Japón, tener un afiche de Messi con algunos dobleces en las puntas y tener un suegro que tiene un carrito modelo 96. 

La vieja se dio garra. Creo que trascender en este país es generar envidias en los que nos quedamos. Dentro de nuestra sutil admiración existe una generosa envidia. Y la manera de transpirarla es haciendo burla de ella. Y seguiremos haciendo burla de los que triunfan. Para eso están, para que cualquier “Ublimada” de ellos sea un recuerdo intenso que nosotros seguiremos viviendo nuestras miserables vidas de anónimos desconocidos.

Admiro a esta vieja. Los artistas sabemos que el logro más alto que uno puede tener es que lo reconozcan por lo que hace. No sólo a nivel nacional, sino internacional. Que uno trascienda sus propios sustos. Y llegue alto. Que produzca odios en otros. Que le digan a uno apátrida por el simple hecho de querer vivir mejor en otra ciudad que tenga menos caos. Que le digan a uno crecido precisamente por crecer. Que le digan a uno que se olvidó de los orígenes precisamente por querer salir de ellos. 

Algún día tendremos la oportunidad de nuestra propia “Ublimada”. Yo quiero la mía. No lo niego. Quiero hacerla delante de presidentes. O porque no, presentando los premios Oscar. Y llegar a mi casa esa noche, abrir el twitter y ver como todos me critican, sonreír moviendo la cabeza como hacen los triunfadores, prender la chimenea con un control remoto y cerrar los ojos mientras acaricio con los pies descalzos la alfombra que yace en el suelo de mi mansión en Malibú.

Friday 13 April 2012

EL MATERIAL CORRECTO ¿TIENES LO QUE NECESITAS?



(Tomado de THE COMEDY BIBLE, JUDY CARTER)
 
Algunas personas, ni importa cuán duro traten, no son cómicos. Toma cierta disposición hacer comedia. Pero ¿Cómo saber si usted tiene el material correcto?

EL FACTOR DEL ASCO
Responda las siguientes preguntas con sí o no.
¿Piensa que es más chistoso que la mayoría de pendejos que usted ve en televisión?
¿Cada vez que abre su boca, una voz interior le dice: “Debería estar escribiendo esto” incluso durante el sexo?
¿Es celoso de cada uno de los que hace una vida de la comedia?
¿Podría pensar en líneas divertidas aún en un funeral?
¿Aún cree que es el único sano en su loca familia?
¿Cuándo se pone bravo se ve chistoso?
¿Podría contar a la gente sus momentos más embarazosos e inadecuados si usted pudiera obtener una risa?
¿Nota las rarezas de la vida que la otra gente pasa por alto?
¿Estudia los diminutos detalles de la vida, como una pelusa?
¿Se imagina un futuro lleno de lo improbable? Tal como: ¿Qué pasaría si los hombres quedan embarazados? ¿Qué pasaría si usted nace viejo y crece joven?
¿Cree que se ve chistoso aún desnudo?
¿Le contesta al televisor?
¿Creció en una familia donde pocas cosas fueron realmente discutidas y la comunicación era mínima?
¿Imita a su familia a sus espaldas?
¿Tiene opinión para todo?
¿Ha sido acusado de exagerar?

ERES TAN CHISTOSO COMO PIENSAS

Garry Shandling, un comediante famoso, podría responder todas las 20 preguntas con un “Sí”. Teri Aranguen, mi contador, respondió sólo cuatro “Sí”. Si respondió más como Garry y menos como Teri, entonces ríndase a la hoja de cálculo: Usted tiene una disposición de comediante. Podría estar trabajando como contador pero está pensando como comediante. No es como usted comúnmente vive lo que lo hace comediante sino es como usted piensa, cómo ve el mundo, su actitud sobre lo absurdo que lo rodea y por supuesto, como puede hacer reír a la gente. Si imita a sus familiares a sus espaldas, no está siendo grosero; está haciendo lo que llamamos representación (act-out). Si es chistoso cuando se pone bravo, ya sabe cómo entregar (delivery) con actitud. Si tiene una opinión sobre el servicio del restaurante, la nueva temporada de televisión, las tasas de interés, no piense que es un sabelotodo, usted dio con el tema (hit on a topic). Y si es insanamente celoso del éxito de otros comediantes, esto sólo podría ser una saludable expresión de su deseo de éxito. Pero si quiere observar otros comediantes en clubes, seguirlos a la casa y mirarlos con binoculares, usted no es un comediante de observación, usted es un acosador. Consiga ayuda. 

Nosotros, los comediantes no somos normales. En mis talleres, los normales no son los cómicos. Pensamos diferente. Por ejemplo: ¿Tuvo un día duro en el trabajo? La gente normal piensa: “¡Qué mal día!”. Los comediantes piensan: “¡Qué mal día… y que buen material! 

Solía trabajar en la oficina. Los compañeros son muy alzados con la nueva. “¿Caroline, eres la nueva? Tienes el almuerzo a las 9:30”. Trabajaba como recepcionista, pero no podía aguantar eso. Mantenía contestando el teléfono diciendo: “¿Aló? ¿Me puede ayudar?” Es humillante ir a entrevistas de trabajo, especialmente cuando te preguntan: “¿Cuál fue la razón para dejar el puesto anterior?” “Bien… me di cuenta que después que me contrataron, había resto de tensión en la oficina, usted sabe, es difícil sentarse en las piernas de la chica nueva…” – Caroline Rhea

La gente normal expresa su sentido del humor memorizando chistes; los comediantes transforman sus experiencias de vida en remates (punch lines) y escriben sus propias líneas (jokes).
Nosotros los comediantes, somos una clase rara. Nos gustan las risas, aun a nuestra costa. Nosotros los comediantes fuimos el cavernícola que probablemente resbaló en la cascara de banano solo porque sabía que eso podría hacer reír. Pensamos en las cosas pequeñas, como una pelusa o un hotel de baño.

Me gusta el pequeño jabón de hotel. Pretendo que es jabón normal y que mis músculos son grandes. – Jerry Seinfeld

Mucha gente esconde sus defectos; los comediantes los mostramos al mundo. De hecho, entre más gente sepa cuán gordos, calvos, inseguros somos, mejor nos sentimos siempre y cuando los hagamos reír. 

Tengo baja autoestima. Cuando estábamos en la cama juntos yo podría fantasear que yo era alguien diferente. – Richard Lewis

Amamos poner al descubierto la estupidez.

Por favor, si alguna vez ve que la policía me golpea, deje su cámara a un lado y ayúdeme… -Bobcat Goldthwait

Generalmente crecimos en una familia donde pocas cosas fueron realmente discutidas y la comunicación era mínima; pero recordamos cada humillante cosa que pasó. 

No me siento bien conmigo mismo. Recientemente terminé con esta chica. ¿Por qué? Sentía que no estaba dentro de mí. Yo decía: Te amo, te adoro, te idolatro. Y ella decía: ¿No será un golpe en la cabeza? – Richard Lewis

Mantenemos un registro mental de la rareza de nuestra familia porque sabíamos que aun a una temprana edad ellos serían la fuente de nuestro material. 

Mis papás se trabaron mi vida entera. Solíamos ir a viajes familiares juntos sin siquiera salir de casa. No tengo memoria infantil. Tengo flashbacks. Creo que por eso odio viajar, porque nunca fuimos a ningún lado. Mentiras, si fuimos… a rehabilitación. Eso fue divertido. – Vanessa Hollinshead

Usualmente pensamos que somos los únicos sanos en nuestra familia, pero usualmente estamos profundamente errados. No somos normales. Somos comediantes. 

Mucha gente tiene ideas falsas sobre como realmente los comediantes son. Los comediantes no son necesariamente divertidos, felices, extrovertidos, payasos que consiguen sonrisas. Tengo una amiga quien tuvo la inapropiada idea que podría tener una cena divertida invitando un puñado de comediantes. Ella anticipó una noche repleta de risas por minuto. ¡Error! Fue una noche tipo Nietzche: su modo de cocinar fue analizado, dos personas se sentían muy deprimidas de hablar, y tres muy gordas para comer. En un punto, cuando la conversación se convirtió en maneras creativas para cometer suicidio, los huéspedes decidieron que era buen momento para ir a cine y les pidieron que cuando terminaran dejaran con llave. 

Ser comediante o escritor de comedia no es para gente normal. Es una manera de mirar no sólo su vida sino sus sueños. Si usted es comediante, probablemente sueñe divertido. Es una disciplina poner atención a las ideas que vienen todo el tiempo, aún durante el sexo. “¡Espera un momentico, mamacita, voy a escribir esta idea!”. Es vivir en la zona chistosa veinticuatro horas al día, mirando la vida, teniendo opiniones, grabándolas y dándoles cuerpo a una pieza final. Eso es la disciplina. 

(TRADUCCIÓN AUTORIZADA POR JUDY CARTER, VIA TWITTER. HECHA POR PAULO HERNÁNDEZ)