Saturday, 26 November 2011

EFECTO FENIX



Las oportunidades en la vida son únicas. La gente se da el lujo de perderlas. Anónimo. (Mentiras, yo lo acabo de escribir, pero “anónimo” le da elegancia a la frase).

Hace poco una niña de la universidad Sergio Arboleda me hizo una entrevista. Necesitaba entrevistar a un comediante. Le dije que yo era, pero no de renombre. Me dijo, “ah, pero eres comediante”. .. Entre sus preguntas me hizo una que en realidad respondí después de pensar un rato. “Ustedes los comediantes hacen reír mucho. Y cuando tienen momentos difíciles ¿Aún tienen que salir a escena a hacer reír?" ¡Qué pregunta tan genial!

El momento difícil del comediante... La verdad, son muchos. La depresión es quizás más fuerte de lo que uno cree. Los momentos difíciles llegan cuando uno está en un buen momento en la escena. Cuando uno menos los espera y no está listo para afrontarlos. Y la energía baja. La disposición para hacer reír mientras uno llora es complicada. No es fácil, para nada. El mundo no tiene sabor alguno. Los intentos por animar al comediante son ineficaces. Los chistes por hacer reír al comediante son balas de salva. Si el Chapulin Colorado en realidad existiera, sería invocado en vano... terminaría llorando con el comediante, le daría una pastilla de chiquitolina y para que deje de joder… LO APLASTA . 

Somos humanos, somos blackberries… No siempre estaremos felices. La felicidad es un talismán… y a veces uno encuentra eso en las personas. No debería ser así. Grave error. Pero la depresión está servida a la mesa. Estirar la mano es fácil. Caer en ella, inevitable. 

Pero ¿qué pasa cuando por fin el comediante se da cuenta que estar así es una pérdida de tiempo? ¿Qué el público no se ríe igual? ¿Qué su “visceral discurso” no es más que “lastimero evento”? ¿Es el fin de su carrera? Podría ser. Si no se da cuenta (o le hacen caer en cuenta) que SUFRIR ES UNA OPCIÓN. 
¿Qué pasa cuando se da cuenta a tiempo de su error? Medita. Va al lugar donde consigue fuerza. A ese íntimo lugar al cual nadie, sino él mismo, puede entrar. Recapitula en el tiempo perdido. Analiza su energía malformada. Mira el espejo de fracasos de talentos desfigurados por la lastima. Por el desacierto. Y se levanta. Se lava el rostro con agua fría. Mira fotos. Borra el éxito pasado. Y se pone los nuevos Converse. 

Somos los humanos como el ave fénix. Suena reencauchado, trillado y hasta mamerto. Pero lo somos. Las cenizas están en el piso. Esparcidas. Ya no importan. No interesan. Son errores sobre errores. Errores sobrevalorados. Se sienta frente al computador y termina de escribir lo que no había querido por “negligencia sensiblera”. Bota un recuerdo a la caneca. Dibuja una sonrisa nueva. Se despeluca de nuevo. Y brota, de esas cenizas, un nuevo fuego. Una energía plena. Algo que sólo se siente luego de una caída. De una derrota olvidada. Una energía condensada como la antimateria a punto de provocar caos. 

Esa energía me ata hoy. Me lidera. 

Soy al igual que muchos, un ser resucitado. Un fénix comediante. 

MY NAME IS PAULO. 

16 de Diciembre de 2011, es la fecha para mostrar que lo que digo… es cierto.

No comments:

Post a Comment