Saturday, 8 October 2011

FE

Y mientras la tormenta se desataba en el pequeño lago, los doce cansados hombres clamaban al cielo por un milagro. De repente, a lo lejos, se ve la figura de un hombre que viene caminando sobre las aguas. Es Pedro el más osado que se atreve a proferir: -¡Si no eres un fantasma, manda que yo camine sobre las aguas hacia ti!- A lo lejos se escucha un grito: -¡Ven!-

Emocionado por que lo vean caminar sobre las aguas hacia su Señor, Pedro se lanza sin premeditaciones, ahogándose en lo más profundo del lago.

Desde ese día, los pescadores saben que nunca deben hacer caso a los juguetones fantasmas que caminan sin rumbo sobre las mansas aguas del lago.

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