Wednesday, 20 March 2013

MONOLOGO DE UNA MUJER EN EL DÍA DEL HOMBRE

Eso es una fecha comercial. Decían. Eso es para que no se sientan mal porque a nosotras las mujeres sí nos celebran nuestros días. ¿Quién diablos en San José? Decían otros.

Yo no celebro el día del hombre. Todos los días son del hombre (Se siente bien hablar desde una perspectiva masculina). Todos los hombres merecen una flor. (Mi ex suegra se llama Flor y era una infeliz). 

El hombre es el complemento del hombre, y así, en sentido contrario. (Maldita sea, estoy hablando como una reina y eso que no me han coronado). Hoy sólo es un día comercial pero no pasa nada porque a los hombres nunca sabremos que regalarles.

Los hombres son hermosos, son como el agua que baja de la montaña. (Nunca he visto el agua que baja de la montaña, simplemente esa frase me pareció cliché).

¿Qué haríamos las hermosas mujeres sin los hermosos hombres? (Mejor no respondo a eso, porque sería tomada por feminista y muchas de ellas tienen cara de hombre).

Queridos hombres, dejen de ser tan predecibles. Ya sé que me van a decir antes que suene el celular. Si eres intenso sencillamente te diré excusas tan sencillas como: Se me va a descargar el celular, estoy en la calle, estoy en clase (así me llames a las 3:00 a.m. borracho) y la mejor: Ya te llamo.

Sean imprecisos. Sean imperfectos. Sean esa línea donde las alas del ángel se pierden con el trinche del diablo. Sean misteriosos. Sean esquivos. No se hagan extrañar tanto que caigan en el olvido.

A todos los preciosos hombres que me leen, quiero que estén atentos a este consejo: Hagan dinero para que nos cuiden. Sean fieles, pues eso es más difícil. Compren casa que es una buena inversión. No se dejen salir tanta barriga que apestan, y tampoco sean tan perfectos que parecen afeminados.

Sean machitos, a ver si pueden.

Los quiero, pelmazos.

Feliz día.

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