Wednesday, 6 June 2012

DE LOS PUEBLOS ZARRAPASTROSOS.


Zarrapastroso, sa.
1. adj. coloq. Desaseado, andrajoso, desaliñado y roto. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una persona: despreciable. U. m. c. s. f.

En declaraciones la semana pasada, o ante pasada, no me interesa, el señor de la moda, el adonis del buen gusto, el modelo que nunca pudo contratar Versace, el ejemplo de cómo vestir, de cómo peinarse, de cómo hablar, de cómo expresarse. El metrosexual más envidiado por la comunidad de modelos colombianos, el señor Angelino Garzón dijo: “A mí me pagan viáticos cuando pernocto y en lo posible no lo hago. Los viajes son en primera clase porque esta es una disposición gubernamental que no es exclusiva para mí. ¿Cómo pretenden que dignidades de un Estado —como un presidente, un vicepresidente o un magistrado— viajen como unos zarrapastrosos? Si me toca viajar en clase económica, no hay ningún problema”.

Analicemos como se debe expresar una persona de bien, lectores zarrapastrosos. Un hombre de bien, un letrado, una persona honorable no dice: “tengo que dormir”. “Anoche dormí bien”. Es más. Si usted es de los que dice, “me quiero echar un motoso” está por debajo del nivel de un zarrapastroso. Una persona de bien dice: Pernoctar. Así que de hoy en adelante, pueblo zarrapastroso que me lee, diga: “- Amor, ¿Cómo pernoctaste? – Bien mi vida. Tú sabes que yo pernocto bien cuando estoy contigo.” Así se debe hablar. ¿Leyeron bien zarrapastrosos queridos?

Por otro lado, nunca he viajado en primera clase. El viaje más largo que hice fue en segunda clase hasta Inglaterra. Segunda clase de Iberia. Sillas apretadas y doce horas de vuelo hasta Madrid. Hoy entiendo porque los auxiliares de vuelo me atendieron como me atendieron. “¿Más té señor? ¿Más café señor?” Así se atiende a los zarrapastrosos. ¿Cómo será en primera clase? “¿Más masaje señor? ¿Cuál azafata quiere señor?”. Claro. Ahora entiendo. Ninguno quiere viajar en clase zarrapastrosa.

Pero yo soy viajero de flota. Con susto compro pasajes para viajar en Rápido Tolima. Y ahora que lo pienso, soy el mejor de los zarrapastrosos cuando el bus hace parada en la Vaca que Ríe y compro un jugo de mora en agua. ¿Qué podremos decir los usuarios de Transmilenio? Zarrapastromovil debería llamarse eso. No sería justo para nuestros dignatarios que viajaran en un transporte como estos. La sociedad debe dividirse en dos. Pero la mayoría quedaría a este lado, al lado zarrapastroso.

¡Esperen lectores zarrapastrosos!. Angelino pidió disculpas porque se malinterpretó el uso de la palabra. El hombre del buen gusto dijo: “Ofrezco excusas de manera pública si se malinterpretó la utilización de la palabra zarrapastroso porque soy orgulloso de mi origen humilde”. Todos lo malinterpretamos. Desde mi mamá cuando me decía: “Métase esa camisa dentro del pantalón que se ve todo zarrapastroso”. Hasta nuestro honorable y elegante vicepresidente. De verdad, nadie sabe qué significa eso. ¡Qué la magia del perdón sea instantánea!

Conclusión. No importa tu origen humilde. Viajar en primera clase cuando te lo paga el Estado con nuestros impuestos te da estatus, y entonces ves la realidad. El poder lo da el pueblo zarrapastroso con sus votos de confianza.

“Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder” Gimme tha power, Molotov

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