Zarrapastroso, sa.
1. adj. coloq. Desaseado,
andrajoso, desaliñado y roto. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una persona:
despreciable. U. m. c. s. f.
En declaraciones la semana
pasada, o ante pasada, no me interesa, el señor de la moda, el adonis del buen gusto, el modelo que nunca pudo contratar Versace, el ejemplo de cómo vestir,
de cómo peinarse, de cómo hablar, de cómo expresarse. El metrosexual más
envidiado por la comunidad de modelos colombianos, el señor Angelino Garzón
dijo: “A mí me pagan viáticos cuando
pernocto y en lo posible no lo hago. Los viajes son en primera clase porque
esta es una disposición gubernamental que no es exclusiva para mí. ¿Cómo
pretenden que dignidades de un Estado —como un presidente, un vicepresidente o
un magistrado— viajen como unos zarrapastrosos? Si me toca viajar en clase económica,
no hay ningún problema”.
Analicemos como se debe expresar
una persona de bien, lectores zarrapastrosos. Un hombre de bien, un letrado,
una persona honorable no dice: “tengo que dormir”. “Anoche dormí bien”. Es más.
Si usted es de los que dice, “me quiero echar un motoso” está por debajo del
nivel de un zarrapastroso. Una persona de bien dice: Pernoctar. Así que de hoy
en adelante, pueblo zarrapastroso que me lee, diga: “- Amor, ¿Cómo pernoctaste?
– Bien mi vida. Tú sabes que yo pernocto bien cuando estoy contigo.” Así se
debe hablar. ¿Leyeron bien zarrapastrosos queridos?
Por otro lado, nunca he viajado
en primera clase. El viaje más largo que hice fue en segunda clase hasta
Inglaterra. Segunda clase de Iberia. Sillas apretadas y doce horas de vuelo
hasta Madrid. Hoy entiendo porque los auxiliares de vuelo me atendieron como me
atendieron. “¿Más té señor? ¿Más café señor?” Así se atiende a los
zarrapastrosos. ¿Cómo será en primera clase? “¿Más masaje señor? ¿Cuál azafata
quiere señor?”. Claro. Ahora entiendo. Ninguno quiere viajar en clase
zarrapastrosa.
Pero yo soy viajero de flota. Con
susto compro pasajes para viajar en Rápido Tolima. Y ahora que lo pienso, soy
el mejor de los zarrapastrosos cuando el bus hace parada en la Vaca que Ríe y
compro un jugo de mora en agua. ¿Qué podremos decir los usuarios de
Transmilenio? Zarrapastromovil debería llamarse eso. No sería justo para
nuestros dignatarios que viajaran en un transporte como estos. La sociedad debe
dividirse en dos. Pero la mayoría quedaría a este lado, al lado zarrapastroso.
¡Esperen lectores zarrapastrosos!.
Angelino pidió disculpas porque se malinterpretó el uso de la palabra. El hombre
del buen gusto dijo: “Ofrezco excusas de
manera pública si se malinterpretó la utilización de la palabra zarrapastroso
porque soy orgulloso de mi origen humilde”. Todos lo malinterpretamos.
Desde mi mamá cuando me decía: “Métase esa camisa dentro del pantalón que se ve
todo zarrapastroso”. Hasta nuestro honorable y elegante vicepresidente. De
verdad, nadie sabe qué significa eso. ¡Qué la magia del perdón sea instantánea!
Conclusión. No importa tu origen
humilde. Viajar en primera clase cuando te lo paga el Estado con nuestros
impuestos te da estatus, y entonces ves la realidad. El poder lo da el pueblo
zarrapastroso con sus votos de confianza.
“Si le das más poder al poder, más
duro te van a venir a joder” Gimme tha power, Molotov
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